Tendencias mundiales en materia de calefacción
Noruega ha sido el primer país en el mundo que prohíbe usar gas natural para calefacción a partir de 2020
Noruega dejará de utilizar gas para calefacción a partir de 2020. Se trata del primer país que llevará a cabo esta prohibición en todo el mundo. Con esta medida, el país nórdico piensa dejar de emitir 340.000 toneladas anuales de gases de efecto invernadero. Un dato que no es mucho si se tiene en cuenta que emite 53,9 millones de toneladas cada año.
Pero es un paso más en su lucha contra el cambio climático. Cualquier edificio, casa, instalaciones, empresas, instituciones públicas, todos tendrán que calentarse dentro de tres años con otra forma que no sea con gas natural. El mercado noruego maneja varias opciones que serían válidas, entre ellas la electricidad. Fuente: el Periódico de la Energía
Se prohibirán las nuevas calderas de gas en el Reino unido a partir de 2025
La instalación de nuevas calderas de gas debe estar prohibida a partir de 2025 o la meta climática neta cero del Reino Unido estará “condenada”, según una comisión de alto nivel convocada por el CBI. Fuente: NotiUlti
Alemania fija un impuesto al CO2 y prohíbe la instalación de calderas de gasóleo
El Gobierno de Merkel ha dado luz verde al nuevo impuesto sobre el CO2 y a la prohibición de las calefacciones de gasóleo. Dos medidas que forman parte de las resoluciones de protección del clima anunciadas en septiembre, en las que el Ejecutivo alemán invertirá 54.000 millones de euros durante la próxima década. El objetivo es que Alemania alcance los objetivos climáticos vinculantes a nivel nacional e internacional para 2030. Fuente: Cadena Ser
Bruselas prohíbe a partir de 2021 las calefacciones a carbón
El plan del gobierno regional también plantea importantes medidas para la renovación de los edificios que pasan, también, por prohibir la instalación de nuevos equipos como calefacciones que funcionen con carbón a partir de 2021. Se estudiará la posibilidad de ampliar esta prohibición en el caso de las instalaciones de gas a partir de 2030. Fuente: El Economista.es